Salir de tranqui,
cagarte en lo obvio y aceptarlo,
humo y quintos,
el subidón de su llegada,
abrazos, risas, complicidad,
valorar más las presencias que la ausencia,
bailar como si nadie mirara,
cubitos de hielo, sillas, minifaldas,
desconocidos que te cogen en brazos
mientras te hablan de sus exs,
ir corriendo al baño,
soltar una carcajada y volver como si nada,
aceptar que te protejan,
rechazar con estilo,
bocadillos de tortilla a las seis de la mañana,
saludar a tu padre al entrar,
ponerte el pijama del revés.
viernes, 24 de julio de 2015
sábado, 18 de julio de 2015
Días raros
Precipitado y furioso,
como los niños convulsos,
rodeados de regueros de sangre.
Voluble como los cientos de caras,
que guardo en la memoria de tu cara.
Absurdo como las palabras que invento
cuando entre risas me vuelvo un avestruz
y sueño que navego entre olas de cerveza.
Trágico como solo lo son las heridas que se aguardan,
intenso como todo lo que merece ser vívido.
como los niños convulsos,
rodeados de regueros de sangre.
Voluble como los cientos de caras,
que guardo en la memoria de tu cara.
Absurdo como las palabras que invento
cuando entre risas me vuelvo un avestruz
y sueño que navego entre olas de cerveza.
Trágico como solo lo son las heridas que se aguardan,
intenso como todo lo que merece ser vívido.
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