Que paso de lamer ojetes oxidados por si nadie aprecia el vuelo,
y paso de gritar en color rojo por si nadie mira,
y paso de mostrar mi coño rasurado a los infames,
y de darle de beber leche materna a los caudillos.
Que las deidades no son eternas,
ni mis venas verdades inamovibles.
Que mi nombre es tan voluble que ni se pronuncia,
y mis apellidos fueron escritos por una musa muerta.
3 comentarios:
Oh, solo vos podés algo así. Sublime
Excelente blog... ahh y ahora veo el comentario de Pablo.
Con razón! Siguiendo sus huellas,he encontrado joyas como esta! Un abrazo!
Claro, clarito
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