sábado, 18 de julio de 2015

Días raros

Precipitado y furioso,
como los niños convulsos,
rodeados de regueros de sangre.
Voluble como los cientos de caras,
que guardo en la memoria de tu cara.
Absurdo como las palabras que invento
cuando entre risas me vuelvo un avestruz
y sueño que navego entre olas de cerveza.
Trágico como solo lo son las heridas que se aguardan,
intenso como todo lo que merece ser vívido.



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