domingo, 29 de junio de 2014

Diarrea cerebral

Te pintas los labios rojos para aparentar ser una perra caliente
pero luego no dejas que ninguna polla te reviente
y te haces fotos fumando porque queda guay en tu instagram
y haciendo cortes de manga porque eres una tía rebelde
y además antisistema por gritar en manifas de perroflautas
y a veces pasar más de dos día sin lavarte el coño
y lees a Murakami porque también eres muy culta
y vas de festivales pero a lo tranqui,
solo alcohol y un par de rallas que te levanten
y te gustan las pelis de Tarantino y escuchas a Barricada
y no sales sin tu camiseta de Nirvana
y te has alargado las orejas y tatuado el  culo,
la frase "Carpe diem" y un infinito porque eres muy profunda
y usas gafas Rayban y zapatillas Vans
y sueltas discursos descarnados contra la globalización y la injusticia social
pero solo eres una cerda estúpida con diarrea cerebral.


martes, 17 de junio de 2014

Charcos de miseria

Yo he visto llorar a hombres fuertes,
he consolado a hombres fuertes,
he sostenido a hombres fuertes,
y después he llorado,
y he regurgitado su sangre,
y he caído en viscosos charcos de miseria. 


domingo, 15 de junio de 2014

A veces quiero ser como cualquiera

A veces quiero ser como cualquiera.
Como esa pelirroja, de los ojos claros,
que practica ballet casi todo el tiempo
y sueña con que sus pies nunca toquen el suelo.
O como esa chica revolucionaria,
que toma café y fuma cigarrillos con algún marxista
y juega a la rayuela con los borrachos.
O como ese tipo mono,
que es más joven que yo y ya le llaman poeta
y se ha dejado barba para parecer más trendy.
O como esa tipa que ha pasado los cuarenta,
pero tiene el culo mejor puesto que yo
y no sale a la calle sin pintarse los labios.
Pero entonces recuerdo que siempre he sido un poco patosa
y que eso forma parte de mi encanto,
que el café me pone nerviosa
y que no soporto el olor de los cigarrillos,
que hasta hace poco no conocía el significado de la palabra trendy
y que no hay nada como salir a la calle con unos vaqueros rotos
y una camiseta vieja de tu hermano.



jueves, 5 de junio de 2014

No te acostumbres

No te acostumbres.
No te acostumbres a ver su cuerpo al otro lado de la cama, 
a respirar como si la vida fuera a ser eterna,
a mirarte en el espejo sin pararte a sonreír.
No te acostumbres,
a que la gente te mienta por costumbre,
a ver el cielo como si no fuera un milagro,
a no mostrarle al mundo tus más grandes enojos.
No te acostumbres.
No te acostumbres a lo intangible del anhelo,
ni a obligarte a ser más fuerte cuando no quieras luchar,
ni a vivir rodeado de enemigos.
No te acostumbres.
No te acostumbres a retener las carcajadas,
ni si quiera las que puedan herir a los demás,
ni al sonido de mil puñados de cerrojos,
ni a los cientos de plebeyos que te quieran alcanzar.
No te acostumbres.