domingo, 11 de octubre de 2015

La duda, el dolor y la nada

La duda es un techo inclinado y a punto de ceder,
un millón de libélulas moribundas,
habitantes de escenarios soñados de alas arrancadas.
El dolor es un collar de perlas deshecho de silencios,
la última carcajada de los niños suicidas,
un compendio de gemidos de orgasmos inconclusos.
La nada habita las pestañas con los ojos cerrados,
se cuela por debajo de las uñas de los amantes,
es la cama que se oculta bajo mil camas.
La duda, el dolor y la nada,
cuencas vacías de un rostro sin facciones.
 
 
 

2 comentarios:

Lucía dijo...

La última carcajada de los niños suicidas...
Genial, Alicia!

Irene, dijo...

Es... Precioso. Y tan bien acompañado...
No sé si es que estoy sensible o sabes cómo transmitir sensaciones con las letras, seguro que más de lo segundo.