jueves, 11 de junio de 2015

El día de la música

Y llegó el día del impacto, 
tu lengua recorriendo mi boca,
un chute de energía, 
como devorar un kebab con resaca.
Los vítores de los extraños,
la felicidad gritando amnistía desde mi estomago.
Conocer tus sabanas 
y la falta de miedo a las palabras.
Volver a creer en mis alas,
sentirlas más desplegadas que nunca.
Correr, correr, correr,
correr sin sentir que nadie te persigue,
simplemente por placer.
Reír a carcajadas como una estúpida
y discutir a bocajarro sin temor a que desaparezcas. 
Hacerme pequeñita cuando quiero
y volverme una gigante cuando me da la gana,
sin que te cuestiones cual de las dos es la auténtica.
Quererte con las mismas fuerzas con las que llegué a odiarme
y descubrir por primera vez el significado de la palabra familia. 



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